El DEMONIO que te obliga a escribir mal

Dios, no nos dejes caer en la tentación...

Tiempo de lectura: menos de 1 min, lo que tardas en poner absorber con dos b (después de ponerlo mal claro).

¿Alguna vez has cometido una falta de ortografía que da un sentido completamente distinto a la frase?

No temas. No es tu culpa. Es de Titivillus.

Wikipedia

Corría (o más bien andaba, por que el running no estaba muy de moda en ese momento) el año 1285.

Un monje medieval copiaba con esmero un manuscrito que podía llevarle años completar.

El libro en cuestión era un ejemplar de la Biblia y mientras copiaba palabra a palabra a la luz de una vela… cometió un error.

Algo que se castigaba con esmero, pues los pigmentos de los colores eran bastante caros y esos años que se habían empleado de trabajo habían sido pagados.

Para evitar ser castigados, los monjes le echaron la culpa a Titivillus. Un demonio enviado por Lucifer para introducir errores en el trabajo de los escribas, las malas pronunciaciones e incluso la murmuración.

Y, aunque tenían correctores experimentados, Titivillus consiguió escabullirse en una ocasión que llevó a los hombres a la perdición.

¿Quieres saber cuál fue ese error?

Mañana revelaremos el final de la historia.

Virgen de la Misericordia con los Reyes Católicos y su familia, tabla atribuida a Diego de la Cruz y conservada en el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas (Burgos). El demonio de la derecha arriba ha sido identificado como una representación de Titivillus portando libros en su espalda.