La VERDADERA Guerra de los Clones

y no estamos hablando de Star Wars

Tiempo de lectura: 1 min, lo que tardas en ver si hay cartas en el buzón.

¿Sabías qué…

Si te fijas, los plátanos no tienen semillas…

Esto es así porque el plátano -como originalmente se encontraba en la naturaleza- era incomible.

Lo que motivó a los ingenieros genéticos a hacer de las suyas para conseguir una variedad de plátano que tuviera buen sabor (eliminando en esta parte las semillas, que eran un gran problema).

Y esto nos lleva a una premisa interesante: “Todos los plátanos del mundo son el mismo plátano”.

Hoy por hoy, el 99% de todos los plátanos que se comercializan a nivel internacional son Cavendish, aunque hay otras variedades locales, pero no se explotan a nivel comercial.

Y sin semillas, la única forma de reproducirlos es plantar la misma planta una y otra y otra vez…

Esto claramente, no siempre fue así.

Hasta la década de los 50, el plátano rey era otro: el Gros Michel, un tipo de plátano más dulce que triunfaba en todo el mundo. En 1950, la enfermedad de Panamá empezó a hacer estragos en los Gros Michel y, en menos de una década, acabó con la producción.

Los agricultores comenzaron a huir de la enfermedad buscando lugares donde aún no estaba, pero toda resistencia fue inútil. Al final, la variedad Cavendish, resistente al hongo de Panamá, sustituyó a la pobre, olvidada (y casi extinta) Gros Michel.

Pero lo curioso de todo es que, aunque parezca imposible, este suceso podría repetirse en cualquier momento y hacer que se hundiera la producción de esta fruta tan demandada.

Y todavía no tenemos una solución alternativa.