Edgar Allan Poe (I)

El maestro universal de los relatos de terror.

💊Revitalizó la imagen del cuento frente a la novela como forma narrativa.

🕵🏻Inauguró el relato detectivesco, sirviendo de inspiración a Arthur Conan Doyle

🌎Contribuyó con varias obras al género emergente de la ciencia ficción, dejando huella en el joven Julio Verne.

🦇Y como renovador de la novela gótica, será recordado eternamente por sus cuentos de terror.

Hoy vamos a hablar de uno de los autores más influyente en la literatura universal.

Tanto su vida como su muerte, oscuras como cualquiera de sus relatos, merecen ser conocidos.

Por eso, hoy vamos a hablar de el genio loco Edgar Allan Poe.

Poe, Wikipedia

Poe, nació el 19 de enero de 1809 en Boston, Estados Unidos, siendo hijo de dos actores de teatro.

Su padre, además de un carácter fuerte, padecía de miedo escénico y alcoholismo, lo que los llevó a una situación económica ruinosa.

Para más inri, abandonó a su familia al año del nacimiento de Edgar y su madre (mucho más talentosa en la actuación que su marido) murió de tuberculosis cuando Edgar cumplió tres años.

Llegados a este punto, los abuelos se hicieron cargo del hermano mayor, William, mientras que Edgar fue acogido por una familia adinerada de Richmond, los Allan; quienes cuidaron de los pequeños tras la muerte de su madre.

Sin embargo,  su hermana Rosalie fue acogida por otra familia de la ciudad, lo que hizo que Edgar tuviera que despedirse de ella.

El tiempo pasaba y aunque Edgar tuviera ahora el apellido de su nueva familia, nunca llegó a ser adoptado formalmente.

Su padre de acogida, John Allan, era un comerciante escocés que influyó muy negativamente en Edgar al ser adultero y colérico.

Por eso, este comportamiento provocó bastantes conflictos entre ellos a pesar de la protección brindada por su madre, Frances Allan.

Pero antes de las discusiones familiares, cuando Edgar tenía seis años, los Allan se mudarían a Inglaterra, lugar que proyectaría la imaginación del joven Poe.

En su nuevo colegio en Irvine, Escocia, Edgar entraría en contacto con la cultura y las leyendas del viejo folclore escoces, cosa que ayudó a fraguar su creatividad y su atracción por los relatos oscuros.

Aunque esto le duraría poco porque, un año más tarde, en 1817, la familia se volvería a mover, ahora a Londres, donde Poe aprendió a hablar francés y a escribir en latín; familiarizándose también con los paisajes y ambientes góticos de aquel Londres del siglo XIX.

Y gracias a estas vivencias, nacerían años después relatos como William Wilson.

Finalmente, para acabar esta travesía por tierras anglosajonas, la familia volvió a Richmond, Virginia, dejando atrás ese ambiente inglés que no lo abandonaría nunca.

Ya de vuelta en EE. UU. y en su tiempo libre, leía las revistas inglesas de su padre; revistas que le inspirarían a escribir obras como La narración de Arthur Gordon Pym.

Además, acabó sus estudios en 1826 en la universidad de su ciudad, dejando un expediente manchado por aficiones a juegos, al alcohol y a expulsiones que romperían definitivamente la relación con su padre.

Y sin decir más, agarró sus cosas y se marchó de vuelta a Boston: en Richmond no había futuro para él.

De vuelta a su ciudad natal, empezó a buscar trabajo de comerciante y periodista pero no acabó por encontrar la tecla en ninguno de los dos.

Su vida estaba destinada a las letras.

De hecho, con el tiempo, publicó de forma anónima su primera novela Tamerlane y otros poemas, pero sólo se imprimieron 50 ejemplares que no le dieron ni para su manutención.

Lo que le obligó a buscar más suerte alistándose en el ejército y, aunque tuviera 18 años, firmó con un nombre diferente que tenía 22 para poder ser admitido.

Parece que en el ejército le fue bastante mejor ya que a los dos años de servicio, consiguió ascender a sargento mayor de artillería y trató de acortar sus cinco años de alistamiento revelando su verdadero nombre y circunstancias a su superior.

Pero sólo se lo permitió con una condición: tenía que reconciliarse con su padre.

La reconciliación fue imposible por parte de Allan, quien ni siquiera informó a Poe de la enfermedad de su mujer, quien acabó muriendo al poco tiempo. 

Tras este fatal suceso, padre e hijo volverían a retomar su comunicación; poniendo fin a su servicio militar.

En ese tiempo, publicó su segundo libro, Al Aaraaf, y aunque no tuviera una gran aceptación, sí que tuvo comentarios muy elogiosos por parte del crítico John Neal y la conocida Sarah Hale.

Y es que no todo es una historia triste para Poe.

Una vez casado, viajó a Nueva York, donde publicó su tercer libro Poems adquiriendo una buena reputación entre los críticos y editores de la época.

Esto le posibilitó perseguir una carrera como periodista que, aunque con dificultades, consiguió.

Además, se le considera el primer estadounidense que intentó vivir en exclusiva de la escritura y eso contando con que todavía no existía una ley de copyright internacional, lo que llevó a Poe a pedir dinero a sus empleadores pues los pagos casi nunca llegaban a tiempo.

Debido a estas dificultades recurrentes, decidió pasar de la poesía a un género económicamente más rentable, la prosa, lo que le trajo algunas alegrías como ganar un premio valorado en $50 otorgado por el Saturday Visiter.

El cuento en cuestión era Manuscrito encontrado en una botella.

Su nueva reputación lo convirtió en el redactor del Southern Literary Messenger pero a las poca semanas lo despidieron por que lo habían encontrado borracho en varias ocasiones.

Aunque gracias a la fama que estaba consiguiendo, sería readmitido con la condición de mejorar su comportamiento.

Finalmente, él abandonaría varios años después el periódico para mudarse con su reciente esposa a Nueva York.

Y, desafortunadamente, la tuberculosis llegó a sus vidas🦠.

Su esposa, Virginia, fallecería por dicha enfermedad y esto llevó de nuevo a Edgar al alcoholismo, la depresión y a graves problemas de salud.

Pese a su desesperación y el desvarío, su pluma traería obras tan relevantes como el poema Ulalume, y el increíble ensayo cosmogónico Eureka, ensayo que es toda una referencia científica.  

Para mejorar un poco esto, su reencuentro con un antiguo amor de juventud, Sarah Elmira Royster lo animó a contraer matrimonio de nuevo.

Sin embargo, dos semanas antes de la boda, el 3 de octubre de 1849, Poe fue encontrado en las calles de Baltimore muy angustiado en estado de delirio y fue llevado por un amigo suyo al Washington College Hospital, donde murió cuatro días más tarde.

En ningún momento durante esos cuatro días, fue capaz de explicar cómo había llegado a dicha situación, ni por qué motivo llevaba ropas que no eran suyas.

Tanto los informes médicos, como el certificado de defunción se perdieron y los periódicos de la época informaron de que la muerte de Poe se debió a inflamación cerebral, eufemismo que solía utilizarse para fallecidos por el alcoholismo.

A día de hoy, sigue sin saberse la causa de su muerte.

Y, aunque probablemente nunca lo sabremos, su legado perdurará para toda la eternidad.

¡Hasta mañana!